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domingo, 22 de mayo de 2011

LEONARDO DA VINCI Y SU PASIÓN LA MÚSICA


Por: Adolfo Hugo Flores

Luthiers digna profesión,¿son artesanos?, ¿técnicos profesionales?, ¿que son?. Realmente son parte de la esencia de la música, no necesariamente son músicos, pero tienen n un sentido muy importante de cómo a través de su arte construyen, diseñan instrumentos musicales, que han tomado importancia para nosotros.

Hay Luthiers de los que se dedican aun a fabricar en forma artesanal un instrumento, pero con el desarrollo de la tecnología han aparecido industrias que producen a bajo costo por ejemplo instrumentos hechos en China, que no necesariamente son de buena calidad y sonido.

Ahora imagínense encontrar un Violín Stradivarius a precio de ganga¡¡¡ una locura ,ó un Piano marca Steinway ¡que calidad de sonido¡, ó una guitarra hecha en Perú, por ejemplo marca Falcón, (que de seguro no es la única marca existen otras similares en el Perú que son consideradas de muy buen a calidad de sonido).Dice la historia que Lorenzo Hierrizuelo el mismísimo del Dúo los compadres tenia su famosa guitarra marca Falcon.

Los instrumentos musicales han tratado de imitar sonidos que nosotros los seres humanos hacemos con la voz y el cuerpo de diferentes tonalidades. Es decir el cuerpo humano es un instrumento divino de Dios.

Retornando al trabajo del Luthiers que por años han diseñado instrumentos, otros inventando, innovando, podríamos pensar que Leonardo Da Vinci ¿tenia esa afición?. Tal vez nunca se nos cruzó por la mente esta pregunta o idea, pero este sabio pintor escultor, anatomista, arquitecto también fue un diseñador de instrumentos musicales. Estuvo ligado justamente a la creación, innovación de instrumentos impensados hasta el momento, mucho de los diseños se han hecho realidad y han funcionado perfectamente.

Leonardo da Vinci definió la música de la siguiente manera : “Alimento del alma y la más sublime de todas las artes “, ¿acaso no tenia razón?Para los que nos apasiona la música pensar que hizo maquetas,diseños ,etc sobre ingeniería acústica, investigador del origen y transmisión del sonido,inventor e innovador de instrumentos musicales, diseñador de auditorios y teatros, filosofo de la música, etc. Increíble realmente.

onocer este aspecto La Pontificia Universidad Católica esta exhibiendo estos trabajos desconocidos realizado hace siglos por este genio de la artes .Imagínense las primeras baterías, increíble saber que Leonardo hacia “Desacargas” improvisaciones y pasaron siglos para que ahora disfrutemos de las mejores descargas improvisaciones en generos como el Jazz, o los famosos Jammin, etc.

Este regalo entonces lo podemos disfrutar en la casa O´ Higgins Jr de la Unión 554 Lima desde el 5 de Abril al 14 de agosto.

Finalmente ahí podremos encontrar abundancia de diseños y notas sobre mecanismos e instrumentos musicales presentes en los manuscritos de Leonardo que reflejaban su enorme interés por mejorar las prestaciones de los ya conocidos o por inventar otros nuevos de ejecución semiautomatizada, teclados más cómodos, fuelles continuos o engranajes movidos a manivela o pedal que permiten a un solo instrumento realizar el trabajo de varios o que alguno muy simple como la carraca, adquiera una inédita y sorprendente capacidad polifónica.

¿Y usted se perdería este evento?.


miércoles, 18 de mayo de 2011

Conga de concierto a manos de Frank Fernández

La enérgica danza inspirada en esa manifestación de música y baile colectivo transpira el delirante ardor, la violencia y la belleza de ese ritmo del oriente cubano
SANTIAGO DE CUBA, mayo 17.—
Telúrica, como él mismo calificó la música de la Conga de Los Hoyos, es la Conga de Mediodía compuesta por el reconocido pianista Frank Fernández, como parte de su Suite para Dos Pianos.

Estrenada en esta ciudad durante la XV Feria Internacional Cubadisco 2011, la enérgica danza inspirada en esa manifestación de música y baile colectivo transpira el delirante ardor, la violencia y la belleza de ese ritmo del oriente cubano.

Fernández, uno de los principales intérpretes de la contemporaneidad, se inspiró en un concierto que la agrupación centenaria de Los Hoyos le regaló hace cinco años, y la dedicó a sus músicos.

Sentados en el público de casi 2 500 personas, marcando el ritmo en las espaldas de las lunetas del Teatro Heredia, a los tocadores casi se les reventaba el pecho del orgullo en el estreno.

«En ningún caso, la obra se parece exactamente al sonido de la conga: ese volcán de música es inigualable; es una semblanza de la impresión que me causó esa manifestación cultivada en Santiago de Cuba, un homenaje», aclaró el pianista y compositor.

En 1996, Frank Fernández tuvo la oportunidad de escuchar la conga desde dentro, en medio de sus músicos formados con sus bocucos, requintos y campanas, y recuerda su paseo escrutiñador.

Confesó que el homenaje más impresionante de su vida fue aquel cuando la conga se armó para escoltarlo hasta unas cuadras más adelante a la casa de una vieja amiga en ese mismo barrio, donde vivió la familia Maceo y nació Don Miguel Matamoros.

«Andaba con un grupo de amigos, entre quienes estaba Enrique Pérez Mesa, director de la Orquesta Sinfónica Nacional, y el ritmo poseyó a todos: Nunca vi a un maestro sinfónico arrollar de esa manera», comentó jocosamente.

Luego encontró otras analogías: los santiagueros cuando oyen la conga dicen por ahí viene el piano.

Ernesto Lecuona escribió la Conga de Medianoche, pero la conga de occidente no suena como la de aquí, dijo; luego tocó y fue largamente ovacionado.

La Suite para Dos Pianos es una de las piezas que más alegrías le han brindado en los últimos años y la ha interpretado en conciertos en cinco países
.

martes, 3 de mayo de 2011

BENNY MORE : QUE BUENO CANTA USTED.


Escrito y autorizado por por : Ronald Gamarra
Abogado del IDL
Ex Procurador de la República
Defensor de los Derechos Humanos.

Publicado : Por la Revista IDL

Aquella vez que vino a Lima, lo escuché desde el vientre de mi madre. Improvisó para todos los gustos. En Radio La Crónica de seguro volvió a retar a un ausente Rolando La Serie, pues creo recordarlo entonando la copla de Joseíto Fernández, aquel bendito zapatero remendón: "Conmigo no hay aquello de que no canto una canción/conmigo no hay aquello de que no canto un bolero/yo canto una guaracha, una rumba y hasta un son/y canto cualquier cosa y es porque soy buen cantador.../Elige tú que canto yo".

Auténtico e irrepetible. Cubano antes, cubano después. Bartolomé Maximiliano Moré en la pila bautismal y para todo efecto administrativo. Benny Moré, El Benny, El Bárbaro del Ritmo, para lo que verdaderamente importa. Era un inmenso y espigado corazón mulato, enfundado en un anchísimo pantalón sostenido por tirantes, coronado por un sombrero de Panamá y apoyado por un ya clásico bastón mágico; pura cubana desgranada en condenado baile sobre la tarima; sentimiento desbocado en sencillos e inspirados sones, rumbas, boleros, guarachas y afros; talento difuminado en una voz que lo sobrevive, que registra todas las "tonalidades y tempos" y que se "doblaba en frases y gritos", como ha escrito Helio Orovio en su conocido Diccionario…; guapería y bravura alrededor de su tribu, que es como solía llamar a la Banda Gigante de músicos por él fundada:

¡Benny Moré, qué banda tiene usted!, ¡Generoso, qué bueno toca usted!

Quien fue chapeador en Camagüey y vendedor de frutas en La Habana, quien había integrado el conjunto de Miguel Matamoros, quien se separó del maestro en México para poder innovar el son, quien se unió al entonces vanguardista Pérez Prado y juntos reventaron el teatro

Blanquita: "Pero qué bonito y sabroso bailan el mambo las mexicanas", "quién inventó el mambo que me provoca: un chaparrito con cara de foca"; volvió a Cuba hecho un intérprete excepcional y dispuesto a darle al son pero desde un formato de jazz band. Por supuesto, para consumo popular. Fue precisamente con parte de esa su tribu que después llegó al Perú, y es así como lo escuché.

Amaba a su patria, a su Santa Isabel de las Lajas: "Mi rincón querido, pueblo donde yo nací", y a Cienfuegos: "La ciudad que más me gusta a mí"; rasgaba permanentemente la guitarra, aquel instrumento que Castellanos y Landa le enseñaron a dominar en colonia Maduro; en sus inicios, muy probablemente siguió a Miguelito Valdés, Miste Babalú, y ayer y siempre, le tuvo ley a Panchito Reset; dicen que la noche lo sorprendía cantando a dúo consigo mismo, al pie de

una vitrola; y juran todos que vivía y moría por su gente, las mujeres y el ron.

Ya famoso, cantó incansablemente en cabarets, clubes, plazas, fiestas populares y en cuanto guateque pudo y halló,dentro y fuera de Cuba; grabó, una tras otra, 91 piezas de antología: entre otras, "Francisco Guayabal", el son "Qué bueno baila usted", el changüí "Maracaibo Oriental" —"Pongan atención señores/a esta linda inspiración/me sale del corazón/se la doy con mil amores/pa' que tú, lo bailes/pa' que tú lo goces"—, y el bolero mambo "Camarera del amor"

—"En este bar te vi por vez primera/y sin pensar te di la vida entera/… en este bar se hablaron nuestras almas"—;recordó a los soneros, a Chano Pozo y su tumbadora, y no olvidó a Pablito y Lilón, los diamantes negros cubanos.

Son entrañables sus presentaciones en Radio Progreso —que, por cierto, todo coleccionista

de esquina guarda bajo cemento—, particularmente aquella en la que el forajido y su banda, como siempre a capela y en vivo, se lucieron ejecutando el son "Repica bongó" —"Cuando suenan los tambores/siento ganas de bailar/ese ritmo tan exceso y el desafuero lo marcaron, y no hubo Bola de Nieve que lo liberara. Se llenó de ron Peralta y Matusalén. Después, se colgó la enfermedad al

hombro y siguió la fiesta:

"Decían que yo no venía y aquí usted me ve". Cuenta la leyenda que, impedido de actuar por llegar tarde a un compromiso, dirigió su banda desde una ventana; y hay quienes aseguran que el diablo fue al medio de la plaza, cantó y dejó el club sin bailadores. Extendido el rumor de la impuntualidad, anota la historia que hubo autoridad que lo mandó preso para asegurar la rumba… y que una vez puesto en la calle, al lado del tabladillo, consiguió entonarse antes de disparar sabor.

En Palmira los fuegos no encendieron del todo. Días después el hombre murió en La Habana. Su "cadáver estaba lleno de mundo", anotaría José Lezama Lima parafraseando a César Vallejo. Fue llevado en hombros a Santa Isabel de las Lajas, llorado y despedido con un rito de origen bantú, que celebró tanto al Benny como a Ta Ramón Gundo Moré, su tatarabuelo, primer rey de la lajera Sociedad Casino de los Congos.

Por mi parte, espero el día en que otra vez en El Conuco, rodeado de Celeste Mendoza, Bola de Nieve y Celia Cruz, el Benny tome su guitarra de siempre, nos desarme con su maestría y desenfado, y, ron Mediante, nos hable del equipo de Alianza Lima que vio en el Estadio Nacional, aquella oportunidad cuando yo lo escuché desde el vientre de mi madre.

sabroso de mi Cuba tropical/si suena la tumbadora, el cencerro y el bongó/gritaremos viva Cuba y que venga el guaguancó", y aquella otra en la que sostuvo un inigualable contrapunto con Joseíto Fernández, improvisando ambos al compás del son montuno "Guantanamera"

—"Yo quisiera aunque no es de tu región/escucharte una opinión/ sobre mi tierra lajera/sé por tu guantanamera/que eres un fruto oriental/y espero que no halles mal/que yo como villareño/ te pida tu opinión muy personal".