Por : Adolfo Hugo Flores
En la vida suceden cosas increíbles, momentos inolvidables, esto sucedió entre dos grandes pianistas de la historia de la musica mundial, Bebo y Chucho Valdés, padre e hijo.Todos sabemos que Bebo salió de Cuba a inicios de la revolución, no necesariamente fue una salida muy bien vista por sus hijos, prácticamente los abandono por el sueño de la libertad en su musica y su sentir político. Eso generó diferencias entre ellos, debemos comprender una generacion de diferencia en muchos aspectos.
Entre el año 1999 y 2000 Bebo Valdés tuvo varios encuentros con Fernando Trueba para dar luz a la produccion que marcara de alguna manera su consolidación en el mercado europeo. Ahí tenia que grabar con su hijo, dándose una de las escenas mas connotadas en la vida de ambos, una reconciliación que realmente llego al corazón. Esa escena simplemente no tiene precio en la vida de ambos.Chucho no veía a su padre por más de 5 años ambos coincidieron en la sala de espera del estudio donde debían de grabar, al verse se abrazaron, se saludaron y Chucho expreso : Feliz Año Ekueñon¡¡¡ Entiéndase que esta palabra Eukeñon tiene un significado importante en la cultura africana, es la representación del rey de reyes en las tribus africanas el mas anciano de todos, esta denominación sucede en las tribus nigerianas. Ese reencuentro fue filmado pero ambos no sabían que se estaba filmando realmente, por eso la naturaleza y espontaneidad entre ambos en dicho saludo.
La comparsa es una especie de cita de amor, pero en este caso es un amor entre padre e hijo, que quedaría para siempre, Bebo estaba muy inspirado por la presencia de su hijo, escogieron un tema muy clásico de la musica cubana realmente el encuentro no era esperado por ambos,por eso cuando empiezan a verse Bebo mira con mucho nerviosismo a su hijo, no hubo ensayo, nada de eso, un dato histórico,Chucho y Bebo habían tocado piano solo dos veces una en 1960 en el programa de television El Casino de la Alegría y la segunda grabación durante la grabación con Paquito de Rivera en 1995.
Chucho dijo: Para mi tocar con quien me enseño a tocar era algo importante y si ese señor que me enseño fue mi padre todavía es mas importante...Tocamos a cuatro manso aun recuerdo cada uno de sus gestos y mirada..yo estaba tocando y cuando me hacia gestos yo sabia que es lo que quería que toque. Allí el virtuosismo que hubo fue un virtuosismo de comunicación..aquellos minutos fueron inolvidables.
Paquito de Rivera comento: Percibí un ambiente helado en ellos,cuando empiezan a tocar ambos empieza una improvisación caprichosa y absolutamente inolvidable de la obra de Lecuona que de seguro hubiera llenado de lagrimas al maestro cubano incomprendido,enterrado en Nueva York.Bebo y Chucho habían tocado para la television y 40 años después se vuelven a juntar para una cámara grabe estas hermosas escenas fue una grandiosa relación intercultural un claro ejemplo de amor.
Para finalizar esta escena fue grabado un 17 de marzo al poco tiempo Bebo sufrió una Apoplejía Cerebral, estuvo frente a su hijo cuando ocurrió, Chucho se asusto, por que veía desvanecer a su padre, que de pronto se recupero, Bebo tenia problemas al oído y eso le generaba malestar para la afinación del piano, de pronto se recuperaba...sus años no habían sido transitado en vano...Recordando a Old Man Bebo.
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