Por : Adolfo H Flores
Escribir en estas circunstancias es muy doloroso. Estoy hablando de la repentina partida de Facundo Cabral ocasionada por delincuentes de esos que no tienen el más mínimo respeto por la vida, por sus semejantes y por personas que lo único que hacen es mandar un mensaje de hermandad, que es lo que más necesitamos en estos momentos.
Se fue para siempre Facundo Cabral, un juglar, un cantautor, un filósofo de estos tiempos, tal vez el último de los románticos de la vida en un siglo donde el hombre está más dedicado al celular, al internet, a la vida mundana sin horizonte, donde su mentalidad está en otro mundo y su cuerpo en la pobreza espiritual. ¡Qué rabia saber que estas cosas siguen ocurriendo en este siglo, cuándo dejaremos el odio por el amor!
Me remonto al año 1987. Lima vivía la efervescencia de los cambios sociales, cuando los peruanos, y especialmente los alumnos y profesores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, soñábamos con un mundo nuevo, más humano, más justo, más equitativo.
En ese año se realizó el SICLA, un evento cultural que hermanó a toda la nación latina. Se presentaron trovadores, músicos, pintores, que llegaron desde Cuba, Argentina, Nicaragua y de muchos otros países de América, evento que, a pesar de los años, no ha podido ser superado. Allí estaba él con su guitarra y una bufanda envolviéndole el cuello por el frío invierno limeño.
Fuí uno de los primeros en entrar al Estadio Nacional para disfrutar de este concierto donde Facundo Cabral demostró su filosofía de vida. Hasta este momento recuerdo perfectamente esa frase que puso en euforia total al Nacional: "Quién es más ladrón: el que roba un banco o el que funda uno” ... genial frase sobre todo por que en esa época estábamos en plena etapa de la estatización de la banca.Todo el estadio gritó como si fuera un gol, como un sentimiento de pedir cambios que nunca se dieron.
La segunda vez que asistí a otro concierto de Facundo Cabral fue cuando me sorprendieron regalándome dos entradas. Ni tonto ni perezoso fui con mi esposa; si no me equivoco fue en el año 2007, en el Auditorio del Mariangola.
El lleno fue total. Muchos jóvenes estaban a la expectativa de este trovador y cuando salió con su guitarra, totalmente solo, me pregunté: ¿qué puede hacer un hombre pegado a una guitarra ante más de 5,000 personas?... y fue mucho realmente, diría muchísimo, por que dio una lección de vida, una lección de fortaleza espiritual. Contó claramente que había perdido a toda su familia (su esposa y su hija murieron en un accidente aéreo). Cuando escuché eso se me puso la piel de gallina. En mi mente pasaron imágenes como si yo estuviera viviendo lo que él contaba pero era tal su fortaleza espiritual que nos dejaba mensajes para vivir con optimismo. Así era Facundo Cabral, un argentino nacido para el mundo, un argentino dispuesto a morir por el hermano, un argentino con alma infinita. La Asociación Benny Moré le rinde este sencillo homenaje al poeta, al músico, al hombre que con sus sueños quiso dar un mensaje de esperanza y libertad.
Aqui historico monologo de Facundo cabral
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