Van Van en Lima
Por: Martin Gomez
Para la Revista Salsa Power.
El 2009 también se bailó salsa en Perú, especialmente en Lima y Callao. Claro, aún estamos lejos del millonario movimiento de conciertos que se ve en el rock o de las convocatorias masivas que provoca la cumbia cada fin de semana. Sin embargo, todavía hay un público que sigue apostando por la salsa en toda la amplitud de la palabra, léase estilos y variantes.
Ahora, es cierto que el escenario de hoy es muy distinto a los inicios de su difusión, allá por los años 60 y 70. También estamos muy lejos de aquella época dorada de los salsódromos durante toda la década de 1980.
En la actualidad, el ritmo caliente atraviesa por una difícil etapa causada por tres factores claves ocurridos en los últimos diez años: la caída del sello RMM, poderosa disquera del recientemente desaparecido Ralph Mercado; la deficiente propuesta de las 'radios salseras' de la capital que viven adormecidas en los hits de los años 80 y, cómo no negarlo, el laborioso repunte de la cumbia tanto en difusión como en aceptación de parte del gran público. Si a esto le añadimos el componente social (es evidente el crecimiento de Lima), será más fácil comprender por qué la salsa sobrevive, especialmente en los barrios tradicionales de la ciudad.
Dicho esto, es más sencillo comprender por qué apenas tres espectáculos asoman como los más comentados por los salseros durante el 2009. El Festival del Callao, que contó, entre otros, con la participación del trompetista Luis 'Perico' Ortiz, el sonero Ray de la Paz y el pianista Lucho Cueto; el concierto de Rubén Blades y su tour Todos Vuelven; y la presentación de Los Van Van, la legendaria orquesta cubana De las orquestas nacionales, Sabor y Control, de Bruno Macher; y La Efectiva, de Fernando Flores, se disputaron las preferencias del público conocedor.
Lamentablemente, la segunda entró en receso en las últimas semanas y sus músicos ahora andan en proyectos propios. En tanto, Sonido Latino y 'Pacho' Hurtado estuvieron en una buena temporada por el Jazz Zone. En un circuito más cerrado –y más subte– Markano Latin Sound hizo de las suyas en el populoso distrito de San Martín de Porres. Vale la pena mencionar el regreso del sonero porteño Luisito Carbajal.
Quien no regresará jamás es Julio Barreto, el sonero nacional asesinado a mediados del año pasado en una calle de La Victoria. Su repentino deceso tomó por sorpresa a todos y enlutó el movimiento. En junio, don Luis Rospigliosi, el patriarca de la salsa y dueño del recordado bar El Sabroso, logró salir de cuidados intensivos en un hospital del Callao.
Hermandad salsera
Finalmente, hace dos meses el trompetista y pionero de la salsa en nuestro medio, Beto Villena, reveló que le está dando batalla a una compleja enfermedad. Por ello, la comunidad salsera se reunió en un local del distrito de Surquillo para rendirle un sentido homenaje. Sobre la tarima del local descargaron varias orquestas, entre ellas un 'todos estrellas' bajo la dirección de Álex Porras y Carlos Orozco Lo vivido esa tarde fue quizá la mejor manera de cerrar el año. Salseros de todas las épocas reunidos en ese recinto de nombre volcánico (Club Pampacolca), sentimientos encontrados en una tarde con el maestro Villena, quien caminando lento logró subir a la tarima y agradecer con sus lágrimas pues "me he dado cuenta que tengo amigos…".
Acto seguido una improvisación de latinjazz, minutos después un poema de Eloy Jáuregui -recordándonos que Surquillo tiene amplia fama de barrio salsero- y hasta la presencia de la cantante Robertha, la hija de Fetiche, tentada para rumbear como los dioses. Así se fue el 2009 en Perú, con aroma de nostalgia por un sonido urbano que tuvo tiempos mejores.
¿Me equivoco?
¿Me equivoco?
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